La diabetes gestacional es aquella que se diagnostica por primera vez durante el embarazo.
La diabetes es un trastorno en el metabolismo de los hidratos de carbono. El resultado es que la glucosa no puede llegar al interior de las células, porque el páncreas fabrica poca insulina o bien las células responden poco a ella, y como consecuencia se acumula en la sangre.

La diabetes gestacional no tiene síntomas, sólo complicaciones.
Entre las complicaciones encontramos: amenaza de parto prematuro, preeclampsia (aumento de tensión arterial), aumento del líquido amniótico o infecciones urinarias y vaginales.

A quién más le afecta es al feto, pudiendo provocarle obesidad, retraso de la maduración, sufrimiento fetal, hipoglucemia neonatal y otras complicaciones como bilirrubina alta, glóbulos rojos altos y bajos nieles de calcio.

¿Cómo podemos prevenir estas complicaciones?

Controlando los niveles de glucosa en sangre. Para ello es fundamental la DIETA

¿Cómo ha de ser la alimentación en una embarazada con diabetes gestacional?

  1. Dieta equilibrada, la cual debe ser igual que la de una embarazada no diabética
  2. Hay que realizar 5 o 6 comidas al día (desayuno – media mañana – almuerzo – merienda – cena – recena)
  3. No ha de pasar más de 3-3,5 horas entre comidas, y no deben pasar más de 8–9 horas desde la recena al siguiente desayuno
  4. Hay que tomar alimentos ricos en fibra (legumbres, vegetales y cereales integrales) para ralentizar la absorción de los hidratos de carbono
  5. Hay que evitar los azúcares simples como: azúcar blanco, miel, Leche condensada, mermeladas, caramelos, dulces, pasteles, bebidas azucaradas, chocolate y comidas precocinadas
  6. El consumo de carbohidratos ha de ser de 200g al día, si la glucosuria es moderada
  7. La ingestión de proteínas y minerales debe ser ligeramente superior a la de embarazadas no diabéticas
  8. Hay que ingerir al menos 2 – 2,5g al día de DHA (omega 3), el cual lo encontramos en caballa, atún, salmón, anchoas, sardinas…

Además, debes de controlar tu peso rigurosamente

¡No juegues ni con tú la salud, ni con la de tú hijo!